La juventud dominicana tiene mucho de qué echar mano para concretar sus sueños. No hay límites. Steven Mármol es un vivo ejemplo de ello. Es un joven emprendedor que sacrificó incluso su carrera universitaria para dedicarse a la actividad de la que hoy vive.
“Me ocupé tanto que me olvidé del temor. Dejé atrás mis estudios en Leyes, Mercadotecnia y Administración, carreras que en nada se parecen a lo que verdaderamente me gusta, que son los autos antiguos”. Convencido de que el éxito está en lo que se hace con amor, entrega y pasión, dio forma a sus ideas, y el resultado es que hoy es dueño de un negocio de pintura de autos antiguos.
Cuenta que no le importó en lo absoluto la diversidad de opiniones que, en torno a lo que decidió hacer, surgieron entre familiares y amigos. Aunque había complacido a sus padres con ir a la universidad, todavía a él no le habían cumplido el deseo que externó a los 18 años. “A esa edad le pedí a mi padre un taller. Esperé paciente, y ya en el 2003 fundamos la empresa Garpe Automotriz, que hoy cuenta con 75 empleados”.
Dice que la idea de crear este concepto la concibió por el espacio vacío que había en el país en lo que a un taller especial para ese tipo de auto. Es imporante destacar, comenta, que hay muchos dominicanos amantes de los carros antiguos y que para conservarlos en buen estado, es preciso darle un mantenimiento.
Sus inicios, según cuenta, fueron con dificultad, pero entiende que es normal pasar por ese proceso cuando se incursiona en algo nuevo. El emprendedurismo le ayudó a mantenerse firme para ver concretado su sueño.
De ahí que hay un consejo que no deja de darles a los jóvenes que como él quieren arriesgarse en la vida: “Cree en ti, haz lo que te apasione y persevera”, enfatiza Mármol.
Empresa consolidada
El joven emprendedor está de acuerdo con que es importante que una vez se logre la meta, hay que dar continuidad al proyecto para que perdure.
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