LITERATURA INFANTIL Lectura creativa

Los niños suelen asociar la lectura con el trabajo escolar; es tarea de los padres convencerlos de que leer es una aventura extraordinaria que comienza en casa. Yaniris López Santo Domingo Una frase de mamá o papá, una canción o un dibujo pueden hacer detonar en los niños ese interés por la lectura que marcará de manera positiva y por siempre su concepción de la vida y de cuanto le rodea. ¿Y no es ese el sueño de cualquier padre?  En estos días de asueto y con la XVII Feria Internacional del Libro Santo Domingo a la vuelta de la esquina, ¿por qué no empezar a cultivar en los más pequeños de la casa esa pasión por los libros? “La lectura ayuda a los niños a desarrollar la imaginación y la inteligencia, a sentir amor por la naturaleza, los animales, las plantas y las personas; a socializar y a mantener un vínculo emotivo con los padres”, dice la maestra dominicana Belkis González. No importa que el pequeño apenas conozca los signos.  Martha Sastrías explica en “Cómo motivar a los niños a leer” (Pax, 1992) que la literatura infantil son las manifestaciones y actividades con propósito lúdico o artístico dirigidas al niño a través de la palabra hablada o escrita. Por tanto, comenta, además del cuento, los arrullos, canciones, rimas, rondas, adivinanzas, juegos de palabras, trabalenguas, juegos dramáticos, leyendas, fábulas, novelas y dramas entran en el género de la literatura infantil. Pequeños lectoresSi al principio no tiene éxito y su hijo prefiere ver la televisión a leer, mantenga el entusiasmo, pues su aparente desinterés puede deberse a que los niños suelen asociar la lectura solamente con el trabajo escolar. Como dice Cristina Barros en la introducción del libro de Martha Sastrías, esto resulta en “un rechazo en cierta medida explicable pues no hay en los centros educativos en general una estrategia adecuada que permita tener un espacio para jugar con la lectura y demostrar a los niños con hechos que ésta puede ser una aventura extraordinaria y el mejor antídoto para la soledad y el aburrimiento”.  Una de las ventajas de iniciarlos en la casa desde los primeros meses es que aprenderán a relacionar la lectura con una actividad que les proporciona placer y  entretenimiento y no como un deber, señala la maestra de nivel inicial Belkis González. Además, agrega, leer, en el sentido más completo de la palabra, les ayudará a desarrollar el vocabulario y la creatividad y a manifestar mejor sus sentimientos.  Recomendaciones - Explorar y elegir. Para empezar a crear pequeños lectores, Martha Sastrías recomienda a los padres explorar el mundo de los libros infantiles nacionales y extranjeros en librerías y bibliotecas. “Sin duda encontraremos infinidad de cuentos, rimas, poesía, adivinanzas y trabalenguas que podrán fascinar a los niños”, sostiene. - ¿Cómo saber lo que le gusta? De acuerdo con Sastrías, de 0 a 4 años el niño disfruta con las nanas, los arrullos, las rimas, las poesías y los cuentos con imágenes. De 4 a 7 años se interesa por los cuentos que personalizan animales y objetos inanimados, los cuentos fantásticos que los motivan a echar a volar la imaginación y la fantasía, los juegos de palabras y las adivinanzas. De 8 y hasta los 11 años prefieren leer cuentos fantásticos y realistas. - Observar y aprender. Los padres pueden iniciar a los hijos en la lectura desde los primeros años con láminas y libros de dibujos a través de la insinuación y el lectojuego. González explica que en los niños que no saben leer, que no entienden de signos, la lectura va enfocada en lo que ven y en aprender a hojear. Como la idea es iniciarlos en la lectura, las láminas y dibujos deben de “leerse” de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo, siguiendo el patrón de lectura y escritura de la lengua castellana. En este caso la lectura consiste en observa, describir y comentar todo lo que contiene la gráfica. - Crear y crecer. Trabaje la creatividad cuando comparta sus lecturas. Ayúdelos a inducir y descubrir los detalles de los dibujos, dice González. En lugar de decirles: “Mira una paloma arriba del tejado” pregúntele qué ve arriba del tejado.  Aproveche los dibujos para trabajar las posiciones (arriba, abajo, derecha, izquierda), la hora, el cuerpo humano y otros temas escolares que el niño trabaje en ese momento en la escuela. - A volar juntos. Mientras le lee, imite los sonidos de los personajes e invite al niño a hacer lo mismo. Impresiónese con las historias y hágale saber que a usted también le entretienen sus lecturas.  “Si mamá lo disfruta, tiene que ser bueno para mí”, pensará el infante. - Comparta con ellos otras lecturas. ¿Recibe el periódico en casa? Pídale que lea el titular principal y motívelo a leer las revistas para niños que llegan con el diario. -De compras. Acompáñelo a comprar libros  y hagan de esta actividad un paseo especial.  Si visitan juntos la Feria del Libro, no salgan del recinto sin por lo menos un ejemplar. De esta forma, dice González, el niño no sólo entenderá la importancia de la lectura, sino que apreciará la celebración de este evento cultural. FUENTE: Vida listindiario.com.do